“La salud mental es una condición que permite
el desarrollo físico, intelectual y emocional
óptimo de un individuo, en la
medida que ello sea compatible con la de otros individuos”
(J.C. Flugel).
Por Eduardo Contreras en Orientación Psicológica.
No
se sabe con exactitud qué es la salud mental, porque es subjetiva y depende de
la cultura, política e ideología de las sociedades del mundo. Sin embargo,
promover el cuidado de la salud mental es un factor de protección para prevenir
los problemas relacionados con los trastornos mentales.
El
día de hoy, quiero fundamentar estos argumentos a partir de dos elementos: la
historia de la noción de salud mental en la época contemporánea y de las perspectivas
que algunas disciplinas como la psiquiatría, psicología y la socio-política han
generado.
Varios
antecedentes históricos de la noción de salud mental se remontan a principios
del siglo XX, donde Clifford Beers (un expaciente psiquiátrico) fundó el primer
movimiento de higiene mental en los Estados Unidos. Posteriormente en la década
de 1940, después de la segunda guerra mundial se creó en Londres, la primera
asociación de salud mental y se llevó a cabo el primer congreso internacional
de salud mental en ese país. En los Estados Unidos, se creó el primer Instituto
Nacional de Salud Mental y en esa misma década se fundó la Organización Mundial
de la Salud, que designó un departamento especial para la salud mental que sigue
vigente hasta la fecha. Desde entonces, se ha seguido abordando el tema de
salud mental y diferentes disciplinas se han enfocado en su definición. Por
ejemplo: la psiquiatría que la define como el estado óptimo de funcionamiento de
un individuo, que es capaz de modificar su ambiente físico, pero también su
ambiente interno, se autorregula y alcanza la homeostasis. La psiquiatría se
ayuda de los instrumentos psicométricos que son paralelos a los instrumentos de
laboratorio que utiliza la medicina tradicional y son quienes evalúan al órgano
invisible que es la mente que tiene sus propias reglas fisiológicas. Asimismo, los
instrumentos psicométricos son el puente entre la psiquiatría y la psicología.
Por
otro lado, la psicología define a la salud mental como la capacidad que tienen
los individuos para adaptarse a su entorno. Desde diferentes psicoterapias
trata la salud mental. Por ejemplo, en el psicoanálisis se ayuda a las personas
a hacer consciente lo inconsciente para que puedan trabajar, gozar, amar y
producir. También desde otras corrientes como el humanismo, donde se habla de
congruencia y espontaneidad en las personas con salud mental, se autorrealizan,
actualizan, alcanzan metas y agregan satisfacción a su vida. Además, desde el
conductismo se busca que las personas generen conductas adaptativas que les permitan
responder de forma óptima a las demandas de su entorno.
Por
otra parte, la socio-política, incluye en la definición de salud mental
elementos como los derechos humanos, conceptos de igualdad, democracia y
ciudadanía. Se busca generar políticas de educación, de salud y economía que
contribuyan en la promoción de salud mental. También se pretende quitar la exclusividad
a lo técnico y científico para llevar la salud mental al ámbito cotidiano y
social. Además, se busca disociar el concepto de enfermo con el de enfermedad,
porque no porque alguien padezca una enfermedad deja de ser un ser humano y de
alguna manera debe ser atendido tanto en lo físico como en lo mental.
En
conclusión, en Orientación Psicológica, creo que el concepto de salud mental es
un complemento de la salud física y no puede estar separada una de la otra. Por
lo tanto, estoy a favor de promover el cuidado de tu salud mental, de tal
suerte que puedas responder a las demandas de la vida cotidiana y que sobre
todo logres alcanzar tus metas, crezcas como ser humano y agregues satisfacción
a tu vida.
Bien,
nos leemos pronto y recuerda que sin salud mental no hay salud. ¡Hasta la
próxima!
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