Cómo prepararte para un examen.

"La perseverancia es la virtud de los menos brillantes"

(Santiago Ramón y Cajal).

POR EDUARDO CONTRERAS.

Es frecuente que los estudiantes se preparan un día antes de presentar un examen y por supuesto eso no funciona. Reprueban el examen, no hay posibilidad de pasarlo o solo es suerte si lo pasan. Por eso se deben prepararse con tiempo previo.

Foto de JESHOOTS.COM en Unsplash

Recomendaciones para prepararse para un examen.

1. Realiza ejercicio.

Ya se sabe que el ejercicio físico, además de ayudar a tu cuerpo también ayuda a tu cerebro. Le ayuda a formar nuevas neuronas específicamente en una parte del cerebro que se llama hipocampo, que sirve para memorizar y almacenar nuevos recuerdos y también para comprender aquello que se está estudiando.

2. Practicar con tiempo para entrenar el cerebro.

Aunque pareciera obvio, practicar con tiempo te puede ayudar a almacenar nueva información y tenerla en automático para que cuando necesites utilizarla sea más fácil y no te cueste tanto trabajo. Entonces, practicar lo que es difícil de manera repetida y espaciada en el tiempo, te ayudará a consolidar mejor la información. Por ejemplo, imagínate cuando aprendiste a andar en bicicleta o a conducir un auto. Al principio no sabías conscientemente cómo utilizar el pedal del acelerador, del freno, la palanca de velocidades, el volante, etc. Sin embargo, después de practicar repetidamente y con tiempo, pudiste almacenar esa información y generaste una memoria muscular para no pensar tanto en cada paso al manejar. Se volvió automático hacerlo,¿verdad? Así es con cualquier cosa que estés aprendiendo. Para generar esos patrones de pensamiento, necesitas practicar mucho.

Se pudiera pensar que solo los que tienen una súper memoria o mucha capacidad de concentrarse son los que mejor pueden prepararse y que a los que les cuesta más trabajo concentrarse y son más distraídos no pueden hacerlo. Aunque es bien cierto que a estas personas les cuesta más trabajo aprender, se sabe que son más creativas. Es decir, cuando lo logran después de haberlo practicado, son más creativas y más flexibles, incluso que a las que les cuesta menos trabajo. No importa si eres de los que nos les cuesta o si eres de los que les cuesta más, lo importante es que sepas que practicar te va a permitir automatizar el conocimiento para poder ejecutarlo cuando lo requieras.

3. Utilizar analogías y metáforas.

Las analogías y metáforas, también son útiles para recordar y comprender lo que estás estudiando. Por ejemplo, la metáfora del transporte público para explicar qué es la diabetes: imagínate que un microbús, es la enzima de la insulina en el cuerpo y las personas son la glucosa en la sangre. Entonces, si llenas el microbús con muchas personas, ¿qué pasa?, con el tiempo se va saturando, se descompone y viene un desequilibrio. Dicho desequilibrio en el transporte, equivale al desequilibrio metabólico en la diabetes.

Esta forma de estudio con analogías o metáforas, puede ser útil para comprender mejor un concepto, para entender una definición y memorizarla.

4. Modifica tus pensamientos para modificar tu cerebro.

Ya se sabe que la manera de pensar, puede influir en la modificación del cerebro. Un ejemplo, es la vida de Santiago Ramón y Cajal, quien ganó el premio Nobel y es considerado el padre de la neurociencia moderna. Cuando tenía 20 años y siendo adolescente aún, luego de que salió de la cárcel, comenzó a estudiar medicina tradicional y a pesar de las críticas o de lo que los demás decían de él, cambió su forma de pensar, se esforzó, modificó su cerebro y por eso hoy es considerado el padre de la neurociencia moderna. Precisamente por eso decía que la perseverancia es la virtud de los menos brillantes.

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Bien, nos leemos pronto y recuerda que "sin salud mental no hay salud" hasta luego.