"La única verdad es la realidad"
(Aristóteles).
POR EDUARDO CONTRERAS.
Alguna vez te ha pasado que das por hecho cosas de las que no estás seguro/a o no tienes evidencia de lo que piensas. Por ejemplo, si vas por la calle y te encuentras a un amigo, pero no te saluda y piensas que es porque le caes mal, o está enojado contigo; o si llegas a una reunión y de pronto ves que hay personas que están platicando, pero cuando te ven guardan silencio y piensas que es porque estaban hablando mal de ti; o a veces interpretas el silencio de una persona cuando llegas a casa, trabajo o escuela y no te habla. A este tipo de situaciones, se les conoce como distorsiones cognitivas o conclusiones sin sustento.
A continuación, lee el siguiente texto sobre cómo la observación completa, precisa y objetiva puede ayudarte a evitar este tipo de situaciones.
La observación.
Por lo menos en lo que son las ciencias naturales, la observación sirve para comprobar o demostrar las hipótesis que tenemos. Es en ese sentido, que es muy importante porque nos ayuda a demostrar si estamos en lo correcto o no.
Para poder comprobar nuestras hipótesis, vamos a necesitar de técnicas. En este caso la observación y la experimentación (por ahora sólo nos enfocaremos en la primera), son dos técnicas que se requieren para poder comprobarlas. Es así que por ejemplo, la observación la utilizamos en la vida cotidiana y tiene que ver con todos nuestros sentidos. Es decir, si vemos que ya se hizo tarde nos apresuramos para realizar lo que tenemos que realizar en ese momento, si escuchamos que tocan la puerta sabemos que hay alguien, si olemos que la comida huele mal sabemos que se echó a perder. Esa es la observación cotidiana.
En la observación científica, hay una diferencia. Para que una observación sea científica, debe de ser completa, precisa y objetiva. Por un lado, debe ser completa porque así vamos a tener una observación más amplia del fenómeno de estudio. Por otro lado, debe ser precisa porque vamos a tener una minuciosa observación de todos los detalles del fenómeno de estudio y también debe ser objetiva, porque utilizamos instrumentos para medir lo que estamos estudiando. Por ejemplo, si una persona tiene tuberculosis y observamos de manera incompleta, poco precisa y no objetiva, podemos decir o concluir incorrectamente que a partir de sus síntomas, solamente tiene un resfriado común; si sentimos que tiene temperatura y escuchamos que tose, podemos pensar que sólo es una gripe. A diferencia de un científico que a partir de esos síntomas, va a determinar si hay que hacer análisis clínicos, va a medir la temperatura, el pulso cardíaco y la tensión arterial, hace radiografías, etc. Es decir, realiza una observación completa, precisa y objetiva porque utiliza instrumentos y no solamente se basa en lo que él creé.
En resumen, una observación precisa completa y objetiva, va más allá de lo que nosotros desearíamos que ocurriera en el fenómeno de estudio y más bien tiene que ver con la utilización de instrumentos (en la medida que sea posible tenerlos) que nos permiten llegar a resultados más objetivos.
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Bien, nos leemos pronto y recuerda que "sin salud mental no hay salud", hasta luego.
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