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Agorafobia.


 "Ninguna pasión como el miedo puede arrebatar con tal eficacia a la mente la capacidad de actuar y razonar"

(Edmund Burke).

POR EDUARDO CONTRERAS.

La palabra agorafobia, se utiliza como muchas otras, dentro del lenguaje técnico de los especialistas, para clasificar los signos y síntomas de las personas que viven esta condición, pero, jamás debe utilizarse para etiquetar a las personas.

Foto de Santiago Lacarta en Unsplash

¿Qué es la agorafobia? 

La palabra agorafobia, significa miedo intenso e irracional a los espacios abiertos. Es decir, la agorafobia, es la ansiedad intensa ante una situación en la que podría ser difícil escapar y en la que se piensa, que no va a haber ayuda en caso de tener un ataque de pánico o crisis de angustia. Y es que la agorafobia, mayormente se relaciona con los ataques de pánico.

Los miedos que están implicados, generalmente tienen que ver con estar en un elevador, estar en el transporte publico, en las alturas, en un auto en movimiento, o en una situación en la que hay muchas personas (en el cine por ejemplo) y todo este tipo de lugares o situaciones, en las que puede ser difícil escapar. 

Se sabe que la prevalencia de la agorafobia, es alta en la población y que las mujeres son mayormente propensas a desarrollar ataques de pánico y agorafobia. No obstante, puede haber personas que solo desarrollan ataques de pánico y no llegan a la agorafobia, no tienen complicaciones, debido a que generalmente buscan ayuda y tienen un tratamiento. 

Causas.

No se sabe bien cual es la causa exacta, pero, si  se sabe que hay factores biológicos y psicológicos, que influyen en el desarrollo de la agorafobia y ataques de pánico. Por ejemplo: se menciona que hay una dificultad a nivel cerebral, en donde no hay producción de ciertos neurotransmisores. También hay una carga genética, las personas con agorafobia, tienen familiares que han vivido ataques de pánico y agorafobia. Además, se sabe que hay un sistema de alerta en el cerebro que trabaja de una manera disfuncional en situaciones de estrés.

¿Cuál es la posible solución o la posible recomendación para poder trabajarlo?

Si estás viviendo ataques de pánico y agorafobia, te recomiendo que busques ayuda profesional de inmediato, pero, también te voy a recomendar lo siguiente: ya hemos visto que trabajar los pensamientos intrusivos en situaciones de estrés, puede ser de utilidad. Así es que, trabajar en los pensamientos intrusivos repetitivos que están presentes en las situaciones que evitas o en las situaciones en las que tienes temor de generar un ataque de pánico, también funciona. Por ejemplo, si tienes miedo de subir a una torre de 60 pisos, porque piensas: "si subo me voy a desmayar y no va a haber quien me ayude". 

Entonces, cuestiona esos pensamientos analizando la evidencia que tienes de ello, es decir, ¿cómo sabes que al subir al edificio te vas a desmayar? También, cuestiona la lógica, es decir ¿por subir a un edificio necesariamente te vas a desmayar? Y cuestiona la utilidad del pensamiento intrusivo, es decir, ¿cómo te hace sentir? y ¿qué te hace hacer? 

Por otro lado, llévalo al extremo, piensa ¿qué pasaría si fuera verdad?, ¿qué pasaría si en realidad subieras y te desmayaras?

La otra recomendación, es trabajar con las técnicas de relajación. Se sabe que las técnicas de relajación profunda o del entrenamiento de la respiración, pueden ayudar a disminuir la agorafobia. También, disociar las sensaciones corporales de las situaciones de pánico. Es decir, que puedas desarrollar una conciencia de las sensaciones de tu cuerpo cuando tienes ansiedad a estas situaciones, por ejemplo: Taquicardia, sudoración y tensión muscular. El objetivo, es que puedas darte que cuenta que no necesariamente estas sensaciones van a generar un ataque de pánico.

En conclusión, por un lado, la agorafobia no debe utilizarse para etiquetar a las personas y por otro lado, la agorafobia es el miedo irracional a situaciones que podrían ser difícil escapar; como el miedo a las alturas, el miedo al transporte público, y, su causa, tiene que ver con factores biológicos y psicológicos. Además, para poder trabajar la agorafobia, debes buscar ayuda profesional, trabajar los pensamientos intrusivos, ejercitarte con técnicas de relajación y aprender a disociar tus sensaciones corporales de las situaciones que te producen el pánico.

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Bien, nos leemos pronto y recuerda que ¡sin salud mental no hay salud! Hasta luego.



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